Este cuaderno presentado al Concurso con el lema “Vacaciones provechosas” obtuvo un Accesit al Tercer premio de 700 pesetas. La portada incluye una fotografía del informante, José Fajula Casals, pastor de 65 años natural del Manso “Els Aligots” de Surroca, Ogassa, (Girona). José Maideu Auguet inicia este cuaderno con el siguiente "Pórtico": "Es cosa cierta y por muchos constatada, la rápida desaparición y pérdida de nuestras ancestrales canciones populares, por la muerte de nuestros venerables ancianos, archivo viviente del folklore español y los únicos depositarios de recuerdos históricos que se pierden con ellos; por el olvido de nuestras amadas tradiciones y por la desaparición de archivos, causada por las guerras y la general incuria de nuestra época. Amante como el que más de nuestro folklore, en mis reglamentarias vacaciones veraniegas me dediqué con ahinco a la búsqueda de la persona que pudiera servir a mi propósito. Visité Puigcerdá, Ripoll, San Juan de las Abadesas y Camprodón, preguntando é indagando en todas partes con el mayor interés y actividad. La Providencia me favoreció, ya que me encontré en Ripoll con uno de los poquísimos viejecitos que aun retienen y recuerdan nuestras casi perdidas canciones populares. Se llama José Fajula Casals, de 65 años de edad, natural del Manso “Els Aligots” de Ogassa, de Surroca, provincia de Gerona. Recuerda aún un caudal inmenso folklórico por haber sido pastor de muchos y ricos mansos del Ripollés; entre los cuales he anotado: [manso] Riu de Bruguera; [manso] Pellicer, de Ribas de Freser, [manso] Nadal, de Ribas Altas; de la Parroquia de Vidabona, de Saltor, obispado de Vich; de “El Mas d´En Brossa”, de Castellón de Ampúrias, donde apacentaba 400 cabezas de ganado lanar. Fue para mi una verdadera alegría y fortuna que no desperdicié, sacando de tal manantial, toda el agua pura y cristalina que me fue posible para nuestro “Cancionero Español”, con la esperanza de poderlo continuar en el próximo verano si Dios quiere y me da paciencia para vencer aquella natural resistencia y encogimiento que los rústicos cantores presentan al forastero que les pregunta, pero que, al cerciorarse de la buena fe del que interroga, acaban por entregarse con sencillez y candor narrativo, abriendo las compuertas a sus canciones, historias, anécdotas y tradiciones, a cual más interesante y todas dignas de figurar en el gran monumento que está levantando para nuestra Patria, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas".